Uno de los indicadores de la eficiencia terminal de las instituciones de educación superior está identificado en el número de titulaciones logradas cada año. No es suficiente concluir con la acreditación de todas las materias del plan de estudios; la carrera realmente concluye con la obtención del título. Esta es la meta que todo estudiante debe proponerse alcanzar.
Se entiende por proceso de titulación a la última etapa de la formación profesional del estudiante a través de la cual demuestra que ha integrado los diferentes aspectos que conformaron su preparación a través de alguna de las modalidades autorizadas.
Según el artículo 19 del Reglamento General de Exámenes de la Legislación Universitaria, el título se expedirá a petición del interesado, siempre y cuando reúna los siguientes requisitos: