1. Vivencia directa de la filosofía

Se da cuando nos cuestionamos a nosotros mismos sobre algún aspecto de nuestra vida que es fundamental contestar; es ahí cuando desarrollamos el pensamiento filosófico. Aunque esta actividad intelectual es común a todos los seres humanos, no todos pueden llevarla a cabo, ya que implica preguntar de forma radical sobre lo cotidiano y buscar respuestas verdaderas, absolutas y universales.

2. La vivencia indirecta de la filosofía

Se da a través de las experiencias de los filósofos que nos han antecedido en la historia de la humanidad; mediante el estudio de las disciplinas filosóficas (ontología, ética, epistemología, estética, etc.), en el estudio de los distintos sistemas filosóficos, en el acercamiento académico o en la lectura directa de las obras de filósofos y pensadores reconocidos en la historia.